Pages

Monday, March 11, 2013

4 años...

Hace 4 años estaba nervioso en la sala de espera. No había nada de qué preocuparse, pero aún así, los nervios me tenían preso.

Unos minutos después de las 11 de la mañana sale una enfermera, contigo dentro de la incubadora y me dice: Señor, este es su hijo. 

Sentí muchas cosas, muchas. Lo único que deseaba era poder tomarte en mis brazos, pero no me dejaban, tenías que estar unas horas dentro de la incubadora y tuve que aguantar ese tiempo.

Por la tarde, abren la puerta del cuarto y nos dicen, aquí viene Sebastián. No sabía qué hacer. Te dejaron ahí con nosotros y te tomé en mis brazos y lo que recuerdo es que sonreí. Quedó plasmado en una foto que nos tomaron, nuestra primera foto juntos, y creo que esa sonrisa nunca más la he vuelto a tener. Una sonrisa que mezclaba emoción, nerviosismo, duda, orgullo, en fin, muchos sentimientos. Afortunadamente, quedó plasmada en esa, nuestra primera foto.

Cuatro años han pasado desde ese día. Han pasado muchas cosas, algunas muy bonitas y otras muy malas. Cuatro años de ir como en una montaña rusa y no solo yo, si no tú también. Hemos sufrido muchos cambios y han sido difíciles pero hemos salido adelante.

Tengo que contarte algo. Papá a lo mejor no está en su mejor momento anímico. Quisiera que tú nunca pasaras por todas las situaciones que pasa la gente mayor, pero eso no lo puedo detener. En su momento, tú también vivirás días difíciles y lo único que espero es poder estar ahí para poder guiarte, o al menos, si ya no estoy, por lo menos que te haya indicado bien el camino a seguir y que haya hecho de ti un hombre fuerte y puedas afrontar los problemas y retos de la mejor manera posible. 

Hoy, te tengo a ti y tú me tienes a mi. No hay más. Pase lo que pase, siempre estaremos juntos, hijo, y siempre, mientras yo esté aquí, estaré a tu lado cuidándote y tomándote de la mano para que caminemos juntos a donde la vida nos lleve.

Tú me haces feliz, hijo. Tú me das fuerza. Tú, con tu sonrisa, haces que cada día mio valga la pena y que a pesar de mis problemas o angustias, sé que estarás ahí para decirme que me quieres.

Es duro estar solo, hijo, pero viendo tu cara y escuchar tu voz cuando me dices "papillo, te quiero", lo hace un poco menos duro.

Felicidades, hijo. ¡Felices cuatro años! Siempre te traigo en el corazón, siempre estarás cerca de mi. ¡Te amo, SebastiánRocks! Sonríe, hijo, sonríe por los dos y porque es momento de festejar, y nunca quiero que pierdas esa sonrisa de tu rostro. 

Tu papá que te ama
Chava


1 comment:

Mayra Rodríguez said...

:) Me encanta como escribes!!!! Un abrazo Chabacano!